El lenguaje fotográfico
El lenguaje del fotógrafo, es un lenguaje visual, dónde cada elemento incluido son lo que para el lenguaje hablado las palabras. Las decisiones que tomamos a la hora de crear una composición dentro del marco o encuadre, son la gramática.
Para los fotógrafos hay dos formas de ver las cosas, desde un punto de vista personal, y desde un punto de vista fotográfico. Con la primera obtenemos una visión de conjunto, lo contextualizamos y tiene un significado dependiendo de todo lo que nos rodea. La segunda visión por el contrario, es un extracto de ese todo, es la parte que decidimos de forma subjetiva capturar y transmitir mediante recursos que ayuden a reforzar la idea/sensción que se quiere reflejar. Detrás de cada foto debe haber una intención, un motivo, una historia, de lo contrario, sería como quien lanza palabras al hazar esperando que formen una frase coherente. Cierto que en ocasiones las fotos menos pensadas son a veces las que mejor transmiten, pero raras ocasiones ocurre. El buen fotógrafo sabe la iluminación que necesita, el punto de vista, la profundidad, el color que debe tener cada momento que captura. La intención importa y es nuestro principal motor. Solo cuando intención y técnica fotográfica se interiorizan surge el verdadero Arte. Como bien dijo
Anne Lamott
escritora y novelista estadounidense:
"Para que el arte sea arte, tiene que apuntar en alguna dirección"
Creo que es una de las frases que mejor definen el arte, todo aquello que venga respaldado con una intención o significado tendrá mayor repercusión en el espectador. Es como intentar que alguien vea algo sin señalarlo. Puede que de casualidad lo vea, pero seguro que sólo 1 de cada 100 personas logrará ver aquello que no señalamos.
El encuadre
Como fotógrafos, estamos limitados a lo que la realidad nos proporciona (no vamos a entrar en el retoque o los montajes fotográficos algo igualmente interesante), por lo que ya existe. No debemos crear desde la nada, como ocurre en la ilustración, sino que debemos seleccionar aquellos elementos que nos ayuden a crear algo diferente. La fotografía es una disciplina artística que busca materializarse a través de la realidad que nos rodea. Y es aquí precisamente donde uno de los elementos más importantes, el primero diría yo, entra en juego, el encuadre. El encuadre es lo que nos permite incluir o excluir diversos elementos a nuestra voluntad. La colocación y exclusión de elementos es lo que conseguirá atraer la atención del espectador hacia aquello que hayamos enmarcado.
Al incluir algo dentro del encuadre, lo estamos señalando, estamos diciendo que por un motivo u otro es relevante para la historia que intentamos transmitir. Puede que no sea un elemento trascendental de la foto, pero puede que nos sirva para contextualizar la imagen. El encuadre aísla la fotografía y le concede la capacidad de convertir en significativo lo que aparentemente carece de importancia haciendo visible lo invisible. Las fotografías extren breves fragmentos o citas de la vida que mostramos como fragmentos diminutos de un momento. Al excluir todo lo demás, guiamos la atención del espectador hacia aquello que quermos mostrar. Por todo esto, antes de fotografiar algo lo primero que debemos tener en cuenta es:
- ¿Qué queremos expresar mediante esta fotografía?
- ¿Cuál es nuestra visión, cuél es la intención a la hora de crear la imagen?
- ¿Quién es el público al que va dirigida la fotografía?
- ¿Qué elementos debemos incluir para ayudar a expresar nuestra idea?
Encuadrar una parte del mundo es probablemente la parte más importantes en el proceso de composición. Las proporciones y la orientación son las que marcarán el desarrollo de la composición. Sabemos que cada formato tiene sus centros de interés dentro del encuadre, y que sengún cual sea, necesitará un tratamiento específico en función de la ubicación del motivo, pero, también es verdad que esta reglasde los formatos, puede seguirse o no. Por eso, puede que nos preguntemos ¿Que formato debo usar para fotografiar un motivo? Pues depende del motivo y de su forma. Debemos pararnos a pensar si necesita ser extraido de ese fondo que lo rodea o no y en función, elegiremos el encuadre apropiado. Según el motivo que fotografiemos, necesitará apoyarse sobre un fondo contextual, aunque en algunos géneros fotográficos, resulta difícil separar claramente el motivo del fondo, algo que ocurre en la fotografía de paisaje.
La iluminación en la fotografía
En cuanto a la iluminación, lo importante aquí no es si trabajamos con un formato de película o digital. La luz es el lápiz del fotógrafo, o al menos es así como yo trabajo. No hay más que ver como el dominio de la luz define el trabajo de los grandes fotógrafos.
Es cierto que existen momentos fotográficos en los que la luz es inalterable y hay que aprovecharla al máximo. Es el caso por ejemplo de la fotografía al aire libre. En estos casos cada minuto cuenta, sobre todo al amanecer o anochecer, son horas muy fugaces en las que una misma composición cambia radicalmente sin habernos movido siquiera del sitio. Es por esto, que la hora del día es crítica para los fotógrafos de paisaje, ya que no solo determina la dirección y el ángulo de la luz, sino que además son determinantes para sus cualidades cromáticas.
Otras veces en cambio, la iluminación es completamente controlable, es la fotografía de estudio, dónde podemos mover y regular la intensidad de la luz a nuestro antojo. El conocimiento de las reglas que rigen la luz, así como sus propiedades y su composición, nos ayudan a conseguir imágenes perfectas, sin destellos, detalladas y llenas de color. Aquí, los fotógrafos de estudio, una de mis especialidades como fotógrafa freelance disfrutamos del control absoluto, ya que cada luz y cada sombra dependen de nuestra voluntad y decisión
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